Jabón de Marsella

Cualquiera de pueblo sabe lo que es y, por suerte, muchos saben elaborar tan sencillo y útil producto.

 

 

Ingredientes (en proporción):

  • 3 litros de aceite sobrante de freír,

  • 3 litros de agua, y

  • 500g de sosa cáustica en escamas (hidróxido de sodio sólido con riqueza del 99 al 100%; se adquiere en cualquier droguería en bolsas de 1 kilo).

Pasos a seguir:

  1. En un recipiente de plástico, se vierten los 3 litros de agua y se disuelven los 500gr de sosa. ¡Cuidado! Esta solución es como la lejía: quema y es algo más corrosiva que la lejía común; conviene manipularla con precaución. Los envases suelen advertir de quemaduras, uso de guantes para manipularla y protección de ojos y cara. El consejo de los jaboneros es que, además de las protecciones habituales, se vierta la sosa poco a poco y sin salpicar en el recipiente que ya contiene el agua; al verterla, el agua parece hervir y despide un vapor de olor fuerte e irritante, por lo que es conveniente realizar la operación en un lugar abierto o al aire libre y remover con un palo largo (de madera y núnca metálico), de modo que se pueda manipular y remover a cierta distancia y no se aspire el vapor. Es necesario remover durante 15 a 20 minutos para conseguir que toda la sosa se disuelva en el agua. El aspecto después de disolver es el de agua clara.

  2. Cuando la sosa se ha disuelto bien, se añaden despacio y removiendo los 3 litros de aceite. Sirve cualquier aceite alimenticio: oliva, girasol, de freír, de conservas en aceite... Basta con colar los residuos y restos sólidos para que el jabón quede limpio.

  3. Se remueve durante 30 a 45 minutos, hasta conseguir una pasta homogénea y viscosa. Como ocurre con la mayonesa, se debe girar a ritmo continuo y en un único sentido para que la pasta no se corte. En algunas ocasiones hay que añadir algo de agua y, en rarísimas ocasiones, algo de aceite para conseguir una pasta homogénea.

  4. El resultado es una crema densa y caliente (la reacción química de formación del jabón genera algo de calor). La crema debe verterse en los moldes que darán forma final al jabón o en un recipiente rectangular que permita después hacer tacos o pastillas. A gusto del consumidor.

  5. El resultado se deja reposar durante toda la noche.

  6. Al día siguiente, cuando se ve que la pasta ha cuajado, se saca del recipiente, ya en forma de jabón sólido pero blando, y se corta en tacos que se dejan secar en un lugar fresco. Es importante cortar ahora el jabón en los trozos finales que se deseen, ya que su consistencia en estos momentos es la del turrón blando; después, transcurridos unos días, el jabón estará muy duro y será muy difícil de cortar.

     

    Recordad que podeis aromatizarlo con aceites esenciales de el aroma que más os guste, o bien podeis ponerle cualquier lavavajillas o jabón líquido de lavadora con el aroma que os guste (con medio vaso por litro quedará aromatizado). Podeis ponerlo cuando la pasta ya esté bien mezclada.