INSTRUCCIONES BASICAS PARA REALIZAR UN MASAJE

LOS PREPARATIVOS

La atmósfera adecuada y na preparación cuidadosa pueden mejorar mucho la aplicación de un masaje. La persona que lo recibe se sentirá mucho más cómoda y ustéd también.

 

Cuando busque el lugar apropiado, tome en cuenta la soledad y el silencio. El sujeto penetra en un mundo, donde lo único que cuenta es el sentido del tácto. Cualquier ruido o agitación pueden ser extremadamente perturbadores.

 

El problema siguiente, es la temperatura. Nada puede estropear un buen masaje como el frío. Esto se debe especialmente al uso del aceite, ya que éste hace que la piel se enfrie con facilidad. La habitación debe estár desprovista de corrientes de aire y tener una temperatura de 21ºC o poco más. Calientela ántes de comenzar. Si no está seguro de la temperatura,es preferible que esté demasiado templada antes de demasiado fría. Tódo resultará más fácil si la persona se siente cómoda desde el principio.

 

Cerciónese con antelación de que el aceite esté mezclado, aromatizado y convenientemente envasado y que tenga más que suficiente para un masaje y que esté tibio, es decir, a la temperatura de la habitación o muy cerca. Si está muy frío caliéntelo cerca de una fuente de calor o un calentador.

 

Instale la mesa o lo que vaya a colocar en el suelo, de manera que le permita desplazarse por todo su contorno.

 

Cuidese que la luz no caiga sobre el rostro del sujeto. Aunque tenga los párpados cerrados, se le va a obligar a cierta tensión de los músculos situados alrededor de los ojos. Evite en particular la iluminación directa sobre la mesa.

 

En cuanto a la música ambiental, el problema no es tan sencillo como parecería. Aunque puede ser útil, le recomiendo que como regla general, trate de evitarla. Crea un ambiente agradable en la habitación, pero creo que al mismo tiempo, tiende a canalizar en otro sentido las profundas corrientes de comnicación que se experimentan. Por otra parte, debo admitir honestamente, que conozco muchos masajistas que prefieren dar masaje de ésta manera. De modo que supongo que tendrá que experimentar y decidir por sí mísmo.

 

Examine sus manos ántes de dar un masaje. Cuanto mas cortas estén sus uñas... mejor.

 

Si tiene el pelo largo, átelo, de manera que no caiga sobre sus ojos.

 

Si sus manos están frias, frótelas vigorosamente o acérquelas al fuego o a un calentador.

Lleve ropa cómoda y liviana, que le permita moverse con facilidad.

Tanto el masajista como el masajeado, a menudo sienten sed en el curso de una sesión larga, y resulta una buena idea tener un poco de agua al alcance de la mano, o, mejor todavía, una vez terminado el masaje, deje que la persona descanse relajada y con los ojos cerrados, todo el tiempo que quiera y luego ofrézcale un zumo de fruta frío.

Finalmente, si puede aplicar el masaje al aire libre y rodeado por la Naturaleza... mucho mejor.

 

 

 

ACEITE Y POLVOS

 

La única manera de dar un masaje eficaz, es utilizando aceite. Las manos no pueden presionar y al mismo 
tiempo moverse suavemente sobre la superficie de la piel sin ningún tipo de aceite lubricante. El aceite cumple 
ésta función mejor que ninguna otra sustancia.


El aceite vegetal es el mas utilizado. No importa mucho de qué vegetal específico provenga. Cáda persona tiene sus propias preferencias.Se puede usar aceite de almendras, aceite de oliva, de girasol, de cacahuete y muchos otros, y tódos con buenos resultados y muy beneficiosos para su piel.El de girasol es tan bueno como los demás, tiene la ventaja deser relativamente económico y además, junto con el de oliva, se encuentra en tódos los almacenes de comestibles. Tódos los aceites pueden ser mezclados para conseguir diversas combinaciones. Si todo lo que tiene a mano es aceite para bebes, puede arreglárselas con él, pero leresultará incómodo usarlo, porque la piel lo absorbe tan rápidamente que se hace necesario aplicarlo con mucha frecuencia. Las lociones para las manos dan menos resultados por las mismas razones.


Cualquiera que sea el tipo de aceite, lo más probable es que su olor sea neutro, o algo peor. En éste último caso, no deje de agregarle algún aromatizante, en general, agregando unas gotas a una taza de aceite, seconseguirá el efecto deseado.


Es una buena idea mantener una buena variedad de aceites mezclados y aromatizados y luego dejar que la persona que recibe el masaje decida cuál prefiere.

La elección de un aceite que le agrade, generalmente aumenta con mayor rapidez su receptividad al proceso.


Guarde sus aceites en frascos plásticos, que tengan un pequeño orificio y que sean difíciles de volcar. Muchos champús y lociones para las manos vienen con éste tipo de envases.


Los polvos se pueden usar, pero no surten tan buen efecto como los aceites. Hay que aplicarlos más amenudo y no reducen la fricción entre las manos y la piel con la misma eficacia. Si alguna ve se ve obligado a usarlos (en el caso de personas que no soportan el aceite sobre la piel, o, cuando se le ha acabado el aceite, o, sencillamente, por variar), cualquier tipo de polvo de talco sirve (úselo del mísmo modo que aplicaría un aceite).

 

Pueden usarse solo las manos, pero se hace mucho más difícil dar un buen masaje de ésa manera, aunque siempre se puede aplicar un masaje, sin importar lo que falte o no falte para hacerlo.

 

 

 

                     EL MASAJE EN EL SUELO

Resulta más fácil practicar un masaje sobre una mesa, pero si no la tiene, puede practicarlo muy bien trabajando en el suelo, aunque resulta un poco más incómodo y cansado.


Respecto a las camas, primero una palabra de advertencia, úselas para dormir, pero no intente dar un masaje en na de ellas. Son demasiado blandas como para proporcionar el apoyo que necesite cuando quiera ejercer presión. Una cama es el peor lugar que puede elegir para aplicar un masaje. Consiga una mesa o encuentre la manera de trabajar cómodamente en el suelo.


En ésta última situación, lo más importante es cercionarse de que se cuenta con un acolchamiento suficiente. Un colchón de espuma de 3 a 5cm de espesor, es suficiente. Sin embargo deberá ser más ancho y más largo que el espacio que ocupará el sujeto que recibe el masaje, es decir, 2,10m X 1,20m o más. Algunos toques exigen que se arrodille muy cerca de la persona y si no tiene algo debajo en esos momentos, terminará siendo ustéd quien realmente necesite un masaje. Si el colchón de espuma es demasiado angosto, use cualquier cojín adicional que le resulte cómodo.


Dos o tres sacos de dormir también pueden ser útiles (descorra el cierre de los sacos y extiéndalos a todo lo ancho). Incluso algunas mantas gruesas darían buenos resultados. Un colchón de una pieza, colocado en el suelo presta el mismo servicio, aunque su espesor lo hace incómodo. Es preferible usar uno delgado.


Cualquiera que sea el tipo de acolchamiento que se esté utilizando cúbralos con una sábana limpia en cada sesión.


Las técnicas de masaje, cuando se trabaja en el suelo, difieren muy poco de las que se apliquen sobre una mesa.


Dé siempre un masaje más breve cuando esté trabajando en el suelo.

 

 

 

               EL MASAJE SOBRE UNA MESA

La mesa reducirá algunos movimientos incómodos como doblar la espalda y trabajar inclinado y ésta es su mayor ventaja, es decir, si va a dar un masaje largo, tiene menos posibilidades de cansarse. También le permite, con mayor facilidad, cambiar la posición respecto de la persona que está recibiendo el masaje, de la cabeza a las piernas, de un lado a otro, etc, sin interrumpir la continuidad.

Por último, pone ciertas partes del cuerpo más al alcance de sus manos (las plantas de los pies, por ejemplo).


Si se encuentra con que está dando masajes con frecuencia, tarde o temprano necesitará una mesa.


El primer requisito que debe cumplir, es naturalmente, que sea lo bastante grande como para instalar a cualquier persona, y lo bastante resistente para que no corra ningún peligro. Idealmente, el largo y el ancho de la mesa debe ser más o menos el mísmo de la persona cuando yace con los brazos relajados a los costados. Una mesa profesional tiene generalmente 1`80 de largo por 60cm de ancho. Sin embargo si la mesa de que dispone es demasiado ancha o demasiado larga, puede arreglárselas con ella.


La altura es igualmente importante, si es demasiado baja, tendrá que inclinarse, si es demasiado alta, no conseguirá imprimir la fuerza necesaria a sus movimientos. Entre 70 y 75 cm (incluyendo el acolchamiento) es la altura normal para un hombre o una mujer de estatura normal.


También debemos considerar la resistencia. Debe ser lo suficientemente maciza, no solo para sostener el cuerpo del sujeto, sino para que éste no tenga que preocuparse por su estabilidad. Si la mesa cruje o se tambalea en cada toque, no se puede esperar que el sujeto se relaje.


Cualquiera que sea el tipo de mesa que elija, debe colocarse algún acolchamiento. Un colchón de 3cm es el más apropiado.Un saco de dormir también servirá. La idea es que se use algo lo suficiéntemente grueso para que la persona se sienta cómoda, y lo suficiéntemente delgado como para impedir que se hunda cuando se aplique cierta presión.


Cualquiera que sea el tipo que use, cúbrala con una sábana cuando vaya a dar masaje.

Tome en cuenta que una sábana blanca sobre una mesa angosta provoca una serie de asociaciones muy definidas, prefiera una de color y así impedirá que el que recibe el masaje, tenga la impresión de estár tendido sobre una mesa de operaciones, en espera de ser operado,o, aún mejor, compre un trozo de tela de toalla de colores vivos (o claros, según sus preferencias).

 

 

 

   INSTRUCCIONES PARA EL QUE RECIBE UN MASAJE

La mejor manera de recibir un masaje, es estando desnudo. Una minima cantidad de ropa interior o un bañador estropearan su desarrolla o impediran que llegue hasta ciertos centros musculares importantes. Además no le proporcionará la sensación de integración total con el cuerpo, que es quizá la más grata que produce un masaje completo.


Si quitarse la ropa le hiciese sentir extremadamente incómodo, lleve algo ligero. Después de tódo, lo más importante es que ustéd disfrute de su masaje. Es decir, quítese tódo lo que pueda, sin dejar de sentirse cómodo.

 

Despréndase de los anillos, collares, pendientes, reloj, gafas y cualquier cosa que lleve sobre ustéd.


Deje descansar los brazos al lado del cuerpo.


Una vez instalado cierre los ojos y concentre su atención en la respiración, ésta le pondrá en contacto inmediato con tódo el cuerpo.


Respire siempre por la nariz (a poder ser).


Haga que su aliento tome un rítmo tan largo y suave, como le resulte natural y déjelo fluir hacia la pelvis. 


Trate de compenetrarse cáda vez más del momento presente.


Abandónese y déje que sus pensamientos entren y salgan de su mente sin tratar de seguirlos

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Lo único que tiene que ha hacer, es dejar que se hagan cargo completamente de ustéd. No trate de "AYUDAR".

 

Cuando llegue el momento de mover un brazo o la cabeza déje que el otro lo haga por ustéd... Repito: No trate de ayudar de ninguna manera. Puede causar una interrupción del flujo relajante del masaje. Mantenga el cuerpo tan flojo como pueda, de manera que si después de levantar uno de sus miembros el masajista lo soltara, cayera de inmediato sobre la mesa. Con una excepción: cuando esté de bruces, vuelva la cabeza de un lado a otro a medida que sienta alguna molestia en el cuello.


Desde el momento que reciba el primer contacto físico, trate de concentrar su atención en él. Haga un esfuerzo por sintonizar la calidad del contacto de la misma manera que escucharía el sonido de una voz, sin poner atención al significado de las palabras.


Al mismo tiempo, continúe consciente de su repiración durante el masaje. Si quiere imaginarse que su respiración fluye hacia la parte del cuerpo que se está masajeando.


Mientras menos se hable durante el proceso, mejor. En un encuentro tan directo con su propio cuerpo, las palabras son sólo una distracción. Sin embargo, siéntase libre de decir si algo le produce olestias o si siente frío, o si está incómodo. Asimismo si durante la sesión siente ganas de suspirar, hágalo con toda tranquilidad.


Por último, cuando se levante, no lo haga inmediatamente después del masaje. Quédese unos momentos relajado, sienta su cuerpo relajado, respire léntamente y por último levántese muy muy despacio, pues de lo contrario correrá peligro de sentirse ligeramente mareado.

 

 

 

                LA APLICACIÓN DEL ACEITE

Núnca vierta el aceite directamente sobre el cuerpo que vá a recibir el masaje; para muchos, éste produce una sensación sumamente desagradable. Póngaselo en sus propias manos ántes de aplicarlo a la persona.
Por la misma razón, procure que al verterlo, sus manos no se encuentren colocadas sobre el cuerpo del otro, de manera que si se derraman unas gotas, no caigan sobre él.


Si el aceite está frío, caliéntelo con las manos frotándolas con fuerza.


Aplíquelo sólo en las partes que vá a trabajar en ése momento, de lo contrario, se encontrará con que la piel ha absorbido parte de él, ántes de que logre usarlo.


Extiéndalo con las palmas, utilizando ambas manos. Realice cualquier movimiento de frotación sencilla que quiera, pero asegúrese de que sea suave, y al mismo tiempo, definido, continuado y parejo. Esto es especialmente importante al aplicarlo en el comienzo del masaje. La persona podrá relajarse mejor, si el contacto produce desde el primer momento una impresión de confianza y seguridad.


Cubra sistemáticamente tóda la zona que va a masajear sin descuidar ninguna zona.


Evite que la piel quede empapada de aceite. No deberian aparecer acumulaciones visibles sobre ella. Unas dos cucharadas de té, bastan para una espalda de dimensiones normales.


Si encuentra que ha depositado demasiado aceite, siempre puede quitarlo, utilizando el dorso de la mano, o los antebrazos, o también extendiéndolo hacia otras zonas.


El vello excesivo requiere una mayor cantidad, de lo contrario, puede arrancar algunos pelos al deslizar las manos sobre la superficie de la piel.


Un pequeño problema: una de las reglas generales del masaje, dice, que cuando se ha establecido el primer contacto con el cuerpo del sujeto, se debe tratar de mantenerlo durante todo el tiempo que dure el proceso. Esto, como se habrá dado cuenta, presenta una cierta dificultad, cuando se trata de verter aceite. ¿Cómo mantener las manos alejadas del cuerpo y sin embargo mantener el contacto? - Sencíllamente, apoye el codo o parte del antebrazo contra el costado de la persona, mientras lleva sus manos hacia un lado.

 

 

 

                  ¿COMO USAR LAS MANOS?

Lograr una unificación con las manos, saber ser uno con ellas, constituye el alma del masaje, en el fondo, la verdadera y única técnica. A medida que aumente su práctica, éste conocimiento se le irá revelando y entregando. Hay un cierto misterio en el mensaje de las manos y lleva tiempo llegar a conocerlo. Cáda día se aprenden cosas nuevas, es una tarea agradable y núnca terminará.


Aplique cierta presión cuando dé un masaje.- La intensidad de la presión varía según el toque particular y la parte del cuerpo sobre la que se aplica. Pero una cierta presión es siempre imprescindible.

Muchas personas que se inician, temen, consciente o inconscientemente, causar daño al sujeto, y éso las pone nerviosas, haciéndolas aplicar poca o ninguna presión. No se preocupe, la fragilidad de las personas no llega a éste punto, por el contrario, la presión produce una sensación agradable, como ustéd mísmo podrá comprobarlo al recibir un masaje. Aprenda a experimentar con distintos tipos de presión.  Siempre que tema estár ejerciendo una presión demasiada intensa, interrogue a la persona que lo está experimentando.

 

Amolde sus manos de manera que se adapten al contorno de la zona que están cubriendo.- Aunque ciertas técnicas exigen que se utilice sólo una parte específica de la mano, la efectividad de la mayoría de los toques, depende de su capacidad para mantener tóda la palma y los dedos en contacto continuo con el cuerpo que se está masajeando.

Evite que el talón de la mano y la punta de los dedos, queden en el aire al desplazarla sobre la piel.

Cuando mueva la mano desde el pecho hacia el brazo, ahuéquela para que al pasar, cubra los hombros en forma pareja y suave. Piense en el agua de un arroyo, cuyo colument se va adaptando a los altibajos que se va encontrando en su trayecto.


Mantenga la velocidad y una presión uniforme.- Trate de eliminar los movimientos bruscos y las interrupciones innecesarias. Haga que los cambios de velocidad o presión, se efectúen de forma gradual, evitando las transiciones repentinas. Trate de imprimir la mayor fluidez y continuidad a su movimiento.


Sin embargo, no tema variar la velocidad o la presión.- El rítmo es un ingrediente esencial en el masaje. Puede usar distintas presiones y velocidades sin por ello sacrificar la continuidad del movimiento. La variedad en el masaje se parece mucho a la de la música, "los cambios en el tiempo, ayudan a evitar la monotonía del rítmo".


Explore y defina la estuctura interna del cuerpo que está masajeando.- Este es un problema de sensibilidad, algo totalmente distinto del estudio sistemático de la anatomía.

Procure que sus manos estén siempre "investigando", hágalas escuchar los tejidos y los huesos.

Cuando palpe un hueso, trate de delinear su forma. Imagínese que sus manos le están diciendo a la persona: "ésta es su cadera", etc... Mostrar a la persona la articulación del cuerpo, ésta forma es uno de los aspectos más importantes del masaje. Mientras mayor sea la precisión con que logre ésto, mayor será también la sensación de plenitúd que experimente el sujeto. El masaje adquirirá una calidad profunda y casi mágica.


Más que sus músculos, use su propio peso para ejercer presión.- No es cierto que sea necesario ser físicamente fuerte para dar masaje. Cuando quiera ejercer una mayor presión, consígalo apoyando la parte superior de su cuerpo sobre las manos, más bien que reforzando los músculos de sus brazos y muñecas. El esfuerzo muscular daría rigidez a sus manos, reduciría la fluidez de sus movimientos y cansaria su espalda.


Una vez que haya establecido contacto con el cuerpo de la persona, procure no interrumpirlo hasta que haya terminado completamente el masaje o el ejercicio que esté realizando.- Para muchas personas, una interrupción de contacto físico, resulta psicológicamente desconcertante. Aún cuando deba aplicar aceite, mantenga el antebrazo o el codo tocando alguna parte del cuerpo.

Recuerde que el que yace en reposo con los ojos cerrados, ha penetrado en un mundo cuya única realidad es la proximidad de su mano.


Al dar un masaje no utilice sólo las manos sinó también el resto del cuerpo.- No quiero decir que deba subirse y rodar sobre el sujeto, sinó que sus manos poseeran mayor vida si su movimiento es una extensión de un impulso más amplio, proveniente de tódo el cuerpo. En ciero modo, el masaje se parece a la danza, pues tal como en ésta última, mientras más aplicada está la totalidad del cuerpo, mayor es la perfección del movimiento.

 

 

 

TENSIÓN MUSCULAR 

 


¿QUÉ ES LA TENSIÓN?

            Se trata de una rigidez o una contracción de los músculos y del tejido conectivo, más allá de un tono requerido para un funcionamiento normal.

            Su origen es en gran parte y quizá, totalmente psicológico y se da normalmente y a menudo con caracteres crónicos, lo que quiere decir que no nos abandona nunca, ni siquiera cuando estamos dormidos. En éste sentido nos provoca una continua pérdida de vitalidad (con frecuencia subconsciente).

            Cuando nos relajamos, experimentamos normalmente una oleada de exaltada energía.

 

 

OBSERVE EL CUERPO DE LA PERSONA.

            Si el sujeto está acostado de espaldas, observe los pies, si los tiene un poco inclinados hacia los lados, está relajada. Si los tiene apuntando rígidamente hacia arriba, esto querrá decir que la tensión se sitúa en las piernas y caderas.

 


EL COLOR DE LA PIEL.

            El color de la piel también puede orientarnos en éste sentido. Explore la región donde aparezca descolorida y marchita, y encontrará una fuerte tensión.

 

 

FÍJESE EN EL MOVIMIENTO DE LA RESPIRACIÓN.

            Si es superficial y se hace más visible en el pecho que en el abdomen, encontrará una gran tensión en todo el torso y el cuello.

 

 

DESPUÉS DE HABER MIRADO CON LOS OJOS, DEBE HACERLO CON LAS MANOS.

            Naturalmente esto se hace más fácilmente con el masaje. A la larga, encontrará que tocando a una persona, podrá decir más sobre las pautas de tensión de su cuerpo que mediante la observación.

 

 

¿QUÉ DEBEN BUSCAR SUS MANOS?

            En una zona particularmente contraída -especialmente en la parte superior de la espalda, al costado y sobre los omoplatos-, es probable que sus dedos localicen bajo la piel, pequeñas formaciones que puedan llegar a tener las dimensiones de un guisante, o más. Normalmente son depósitos de materias de deshecho, o nudosidades del tejido conectivo.

 Pero lo más normal es que al palpar un músculo tenso, se advierta una cierta rigidez y una resistencia al masaje.

            La capacidad para reconocer éstos síntomas con cierta precisión, es la destreza que adquirirá sólo después de mucha práctica con distintos tipos físicos.

            Note las diferencias que existen entre las personas, y sus manos gradualmente desarrollarán la habilidad necesaria.

 

 

¿QUÉ HACER UNA VEZ LOCALIZADA LA ZONA DE TENSIÓN?

            Lo primero es dar masaje sobre una área mucho más amplia que la señalada como tensa. Esto se debe a que el lugar que ha encontrado es, de hecho, sólo el foco de una pauta de tensión mayor y más generalizada.

 



DAR UN BUEN MASAJE SOBRE EL O LOS FOCOS DE TENSIÓN.

            Utilice toques que exijan bastante presión.Los mejores son aquellos realizados con la punta de los dedos o las yemas de los pulgares, ya que concentran la fuerza sobre una área más reducida.

            Proceda de forma lenta y sistemática, tratando de captar cualquier alteración, por mínima que sea, que se produzca en los músculos y tejidos.

 

 

INCLUSO UNA PRESIÓN MODERADA PUEDE CAUSAR DOLOR.

            En algunas regiones del cuerpo, especialmente la superior de la espalda, los hombros y el cuello, encontrará que existiendo cierta tensión, incluso una presión moderada puede causar dolor. De suceder esto, informe al sujeto que se trata de un efecto positivo y que se sentirá mucho mejor cuando termine.

            Sin embargo, no ejerza demasiada presión (con todo el peso del cuerpo, por ejemplo), sobre un sitio que duele, a menos que tenga mucha experiencia o haya estudiado masaje profundo con algún experto.

            La presión extrema puede resultar un medio útil para trabajar éste tipo de tensión, pero es necesario saber exactamente qué se está haciendo al aplicarla.

 

 


¿POR QUÉ UN SUJETO PUEDE SENTIRSE MÁS TENSO DESPUÉS DEL MASAJE?

            Sucede rara vez, pero en algún momento se encontrará con un sujeto que abandonará la mesa, sólo para descubrir que se siente más tenso que antes del masaje.

Lo que ha ocurrido es lo siguiente: La tensión se da en estratos profundos. Un buen masaje puede reducir la tensión superficial, sin tener gran efecto sobre las inferiores. Esto significa que las capas profundas se dejan sentir completamente por primera vez.

            La persona tendrá una tensión total considerablemente inferior, pero habiendo captado lo que realmente sucede en su cuerpo, experimenta más tensión que antes.

 

 


 NO CONCENTRE SU MASAJE SÓLO EN UN ÁREA.

            Nunca descuide el resto del cuerpo para masajear una o dos áreas de mayor tensión. Economice el tiempo, reduciendo el que dedique a otras zonas, para usarlo después en éstas áreas, pero no exagere.

            El tejido del organismo representa un todo integrado, una sola envoltura, cuyas diversas partes se interrelacionan y responden a estímulos mutuos mucho más de lo que corrientemente se cree.

            Para reducir la tensión, y también para cualquier otro aspecto del masaje, observe el principio fundamental; "Trabaje el cuerpo como un todo".

 

 


POSIBLES REACCIONES DEL SUJETO 

EL EXCESIVO NERVIOSISMO.

 

            El excesivo nerviosismo, las molestias físicas y las cosquillas, pueden significar grandes tropiezos en el desarrollo de un masaje. Algunas veces, éstos obstáculos son invencibles, sin embargo, es posible encontrar formas de soslayarlos.

            He aquí algunas medidas que le serán de utilidad.

 

EL NERVIOSISMO.

            El nerviosismo durante el masaje, se presenta de varias maneras. La mayoría de la personas que desean recibir masaje, no se sienten implicadas por éllo. Sin embargo, para algunos acarrea problemas, uno de ellos es la inquietúd que les provoca estár desnudos. Afortunadamente es muy fácil de solucionar, lo más sencillo es colocar sobre las nalgas o sobre los genitales (según sea el caso) una toalla. Para una mujer se puede usar una segunda toalla sobre el busto.

            También se puede colocar una sábana en vez o además de la toalla, de ésta manera sólo se descubrirá en el momento de masajear la zona. Otra solución sería llevar su ropa interior o llevar un bañador.

            No necesito agregar que ésto reducirá drásticamente el número de toques que pueda aplicar. En tódo caso, la desnudez pierde su valor si provoca una tensión que impide al sujeto disfrutar de su masaje.

 

LA INTRANQUILIDAD PROVOCADA POR EL CONTACTO.

            Otra reacción que se presenta a veces, es la intranquilidad extrema provocada por el contacto. Éste temor, que se dá junto con el anterior y sin embargo es diferente de él, proviene de otro sector de nuestra personalidad. Es también más difícil de contrarrestar. Se manifiesta como una rigidez y un encojimiento excesivo del cuerpo al sentir el contacto.

            A veces se expresa con violentos temblores, y otras, con una violenta negativa a continuar el masaje. Si la persona reacciona con éste grado de nerviosismo, no hay mucho que pueda hacer.

            Un camino posible, es abandonar la zona que esté trabajando y masajear la espalda. El masaje en ésta zona, tiene más que ningún otro, un efecto calmante inmediato. Otro recurso que a veces dá resultado, es pasar algunos minutos trabajando la respiración.

Pida al sujeto que trate de sentir el peso de su cuerpo y que sin forzar la repiracion, la  deje que se haga larga y natural, permitiendo al aire penetrar profúndamente en el torso. La idea es lograr que espontaneamente respire cada vez de forma más profunda, así el aire penetra más profundamente en la pelvis y le ayudará a conseguir una mayor relajación.

            Es posible que a ésta altura, la persona esté mejor dispuesta y pueda aceptar el contacto con más calma y así reanudar el masaje, de lo contrario continúe el proceso un tiempo más largo.

 

LA TRISTEZA.

            Hay muchas personas que se liberan cuando el cuerpo recibe un buen masaje. La tristeza es una de ellas.

            El sujeto puede, en un momento dado, sentir deseos de llorar o encontrar que súbitamente está llorando. Cuando ésto suceda, interrumpa momentaneamente el masaje, y deje que la persona llore cuanto quiera. Es probable que desee continuar a los pocos minutos, y seguramente sentirá que el resto del masaje le resultará particularmente calmante y renovador.

 

VIBRACIONES INVOLUNTARIAS.

            Otro fenómeno por el estilo, aunque un poco más raro, son las vibraciones involuntarias, un súbito estremecimiento muscular que puede continuar durante algunos minutos.

            Normalmente se originan en una rápida liberación de energía corporal que estaba aprisionada en tejidos y músculos contraidos. Ocurre generalmente en la región del abdomen, de las caderas, o en ambas.

            A diferencia de los temblores espasmódicos y bruscos originados por el nerviosismo al comienzo del masaje, la vibración es una descarga física y emocional que resulta sumamente positiva, y que debería ser considerada parte del masaje mismo.

            Anime a la persona para que no trate de detenerla, para que disfrute sin temor, y la haga extenderse, si es posible, a otras partes del cuerpo, y continúe en forma lenta y suave el masaje sobre las áreas en que se está produciendo la vibración.

            Ayúdela a continuarla, mientras más dure, mayor será la descarga que experimentará. Cuando cesen los temblores, el sujeto experimentará una calma y una sensación de vida extraordinarias. Es muy probable que éstas sensaciones le acompañen durante días.

 

LAS COSQUILLAS.

            Por último las cosquillas, ruina de cualquier masaje. Normalmente se encontrará con éste problema, al masajear la planta de los pies, a veces también el abdomen y los costados del torso, y ocsionalmente en partes absolutamente inesperadas.

            La única solución es ejercer una fuerte presión.Comprima con fuerza, con tánta que falte poco para causar dolor, y las cosquillas desaparecerán. De lo contrario, dé un toque ligero y acepte su derrota, y continúe en otro sitio.

            Es necesario tener mucho cuidado con las molestias físicas que pueda experimentar el sujeto durante el masaje, de lo contrario, el procedimiento será totalmente inútil.

 

            *Si alguien colocado de bruces siente un fuerte dolor en el cuello al volverlo hacia un lado, instale una almoada bajo la parte superio de los hombros y parte de la cabeza, le permitirá volverla menos o incluso no hacerlo en absoluto. Las almohadas prestan mucha ayuda a éstas circunstancias.