VICTIMISMO

 

(DEL VICTIMISMO A LA SUPERACION)

Algunas personas se relacionan con los demás desde el victimismo, desde la queja continua, y culpando a los otros de sus problemas. Es una forma inconsciente de reclamar afecto. Responsabilizarse de la propia vida es el camino para salir de ése circulo.

INSTALADOS EN LA QUEJA

            Llamamos “victimista” a la actitud de aquellas personas que prefieren quejarse a solucionar las cosas, prefieren continuar toda la vida actuando como victimas desamparadas.

            Acostumbran a pensar que son los demás los que tienen la culpa de lo que les sucede, la causa de su vida no funcione. Este tipo de personas están instaladas en la queja y el victimismo y, al final, sus quejas se convierten en la forma habitual de comunicarse y relacionarse con los demás.

 

MECANISMO INCONSCIENTE

            Ante éstas personas, tenemos la sensación de que están muy mal y de que el mundo les trata fatal. Se instalan en el “pobre de mí” como si no pudieran hacer nada para cambiar la situación. Tienen una posición de pasividad ante los demás porque, según ellas, habitualmente son los demás los que tienen que cambiar las cosas.

            Muchas veces, llegamos a sentir que tenemos que salvarlas, ya que están sufriendo mucho. Así, consiguen que los demás les resuelvan los problemas o se hagan cargo de sus vidas.

            Por otro lado, se creen con todo el derecho a ser tenidas en cuenta y a conseguir lo que quieren porque están sufriendo mucho. Están convencidas de que merecen todos los cuidados y privilegios debido a su sufrimiento. E incluso son exigentes con los demás y se convierten en tiranos de los otros.

            A la larga, esto acaba por provocar el enfado y el cansancio de las personas que las rodean y, a su vez, provoca en ellas la reacción de volverse mas victimas, de quejarse todavía mas. Se trata de un circulo vicioso del que cuesta salir sólo; cuantas mas quejas y victimismo, mas razones para que los demás lo traten mal y mas razones para quejarse. Y como este mecanismo es inconsciente, cuando se les intenta explicar cual es su problema, lo niegan por completo.

 

APRENDER SOBRE NOSOTROS

            El mecanismo del victimismo suele tener su origen en la infancia, dado que posiblemente hubo una situación en la que a la persona se le negó lo que todo el mundo merece, que es el afecto, el cariño y la consideración.

            Acostumbran a ser personas que han sufrido una carencia real de afecto y que, a partir de esa experiencia desarrollan la idea de que “no valen” o “no merecen”. Pero a la vez, reclaman constantemente lo que les faltó y se creen con el eterno derecho de exigirlo.

            Esta actitud, mas que ayudarnos a sentirnos mejor, nos impide solucionar la situación y, al mismo tiempo, no nos deja recibir el amor que necesitamos.

            Para salir de ahí, tenemos que asumir que no se puede volver al pasado y, por tanto, que es mejor desprenderse de él o, en todo caso, reelaborarlo desde la comprensión adulta. La responsabilidad de nuestra vida está en este momento en nuestras manos y, según lo que hagamos, obtendremos el amor que necesitamos o continuaremos vacíos.

            Así, el mejor antídoto para el victimismo es asumir la propia responsabilidad y actuar en consecuencia.

            Posiblemente la vida nos planteará situaciones difíciles, pero lo que marca la diferencia entre quedarnos estancados en ellas o crecer y ser los protagonistas de nuestra vida, es la actitud ante esas dificultades. Podemos verlas como una fuerza externa, sin posibilidad de acción por nuestra parte, o bien, como una oportunidad para aprender algo sobre nosotros mismos y el mundo.

Mireia Darder

(Dra. En psicología y miembro fundador

y docente del Institut Gestalt de Barcelona) 

PARA DEJAR DE SER VICTIMISTA

 

CAMBIA DE PERSPECTIVA

            Reconocerse como una persona victimista es difícil, dado que es reconocer que uno ha mantenido una visión equivocada de las cosas durante mucho tiempo, y se hace necesario un cambio de perspectiva radical. Por eso, cuando alguien te dice que eres victimista, lo entiendes como un maltrato y una negación de ayuda, y no como un paso positivo y necesario en tu evolución.

 

RECONOCE LOS SÍNTOMAS

            Sabrás Que te comportas de forma victimista cuando te des cuenta de que la mayor parte de tus conversaciones giran entorno a la queja, cuando veas que toda la culpa de lo que te pasa es por lo que los otros hacen, cuando creas que tú no puedes hacer nada para cambiar tu situación, cuando la única solución a tus problemas es que los demás cambien, cuando veas lo que falta y no lo que hay –es decir, cuando veas el vaso medio vacío y no medio lleno-.

            Y un último apunte: victimizando llamarás la atención, pero la gente no disfrutará de tu compañía.

 

APRENDE A VER LO POSITIVO

            Si enfocas tu mirada en lo que no consigues de la vida o de las personas que te rodean, en todas esas acciones en que los demás no se comportan como tú esperas, lo mas probable es que acabes por sentirte infeliz y desgraciado.

 

-Haz la lista delas cosas que sí tienes y de lo que recibes de los demás.

-Intenta no poner “peros”, sólo sirven las afirmaciones de lo que tienes.

-Después haz una lista de tus capacidades para conseguir lo que deseas, lo que te  hace feliz.

 

 

RESPONSABILIZATE DE TU VIDA

            La queja y la acusación te dejan en una situación de pasividad e incapacidad para actuar. Si te responsabilizas de ti mismo, de tu cuerpo, tu mente y tu mundo, verás que no hay tiempo ni lugar para las quejas, ya que tienes que ocuparte de hacer real el horizonte que te has planteado para ti mismo.

 

NO NECESITAS MAS ATENCIÓN

            Cuando la vida nos ha tratado mal

l y hemos sufrido, nos creemos con el derecho de merecer mas atención que los demás. Esta actitud puede convertirnos en tiranos y que hagamos daño a los otros por conseguir lo que queremos. En ese caso, sin darnos cuenta, podemos comportarnos de la misma manera que lo hicieron los que nos causaron dolor a nosotros.

            A la larga, esa actitud no te llevará a responsabilizarte de tu vida, que es la única vía de crecimiento.

 

DEFINE QUÉ QUIERES

La mayoría de las veces sabemos más lo que nos desagrada que lo que nos gusta.

            -Haz un esfuerzo por definirte: qué cosas te gustan y cuáles quieres para tu vida.

            -Pon sobre el papel como te gustaría que fuera tu vida, intenta no escribir en forma negativa y anota sólo las cosas que dependan de ti.

 

ATRÉVETE Y PASA A LA ACCIÓN

            Una vez que sepas qué quieres para tu vida, llévalo a la practica, es decir, realiza las acciones que hagan falta para conseguir lo que quieres. Seguramente te vendrán mil y una razones por las cuales seria mejor no hacer nada y quedarse quieto.

            Realiza lo que quieres aun sabiendo que tendrás que intentarlo mas de una vez.